Esfuerzo

Durante apenas un segundo después de terminar la obra de teatro el actor suspira nervioso ante la respuesta del publico, el aplauso esta casi siempre asegurado pero la duda es si conseguirá con su trabajo levantarles de sus butacas y sacarles un «bravo». Es sobrecogedor contemplar un patio de butacas en pie recompensando el esfuerzo de un grupo de personas por crear belleza, de comprometerse con un trabajo y repetirlo función tras función. Una experiencia que hay que vivir.

El teatro se parece a la la vida que nos rodea mucho más de lo que creemos. En el teatro no valen los cálculos ni las especulaciones, cada tarde hay que hacer el trabajo, cada día hay que levantarse de la cama para ensayar un poco más y hacer mejor la obra y cada función el actor es juzgado por unos espectadores que no le vieron el día anterior.

En contraposición esta el cine de Hollywood, donde una película de dudosa calidad artística con un actor famoso y millonario (a ser posible muy guapo) más una ingente campaña de marketing (si es posible hacer juguetes para niños el beneficio se disparará) generan un producto, que no arte, que busca el beneficio masivo.

Mientras las grandes fortunas mundiales buscan vías de aumentar sus enormes riquezas a través de inversiones en paraísos fiscales, fondos de inversión especulativos y Madoff diversos. La clase media mundial se dedica a especular con lo único que sabia, con pisos, pensando que comprando y vendiendo iban a ganar mucho mas que trabajando.

Al final unos y otros, tan igual es la condición humana, servían al mismo objetivo. Y es que sale más a cuenta rodar una película y jugar en el casino de la fortuna que ponerse delante del publico todas las tardes.