Pasaje

No todas las luchas se ganan. Pero la forma en que se lucha es importante.

Hoy es uno de esos días en los que la vida te golpea y apenas te deja levantar la mirada del suelo, paseas sin mirar más allá de 3 metros, sin ganas, sin fuerzas de mirar hacia el horizonte, el día es más gris de lo que parece y las lagrimas se resisten a salir.

Hoy Jose tomo su pasaje y se fue, nos dejo en este mundo de vivos con el alma cada vez más muerta, y no fue por no luchar, que luchó, pero finalmente nos dejó sin su saber y su serenidad. A Jose le dieron 6 meses de vida pero vivió 5 años, es decir luchando multiplico por 10 su esperanza de vida.

Hablar con Jose era hablar siempre de esperanza, de la vida, de lo maravillosa que era y las mil experiencias que en ella hay y de como el a pesar de su enfermedad la disfrutaba en plenitud, lo que me despertaba una sana envidia porque pasamos tanto tiempo conociendo cosas pero que poco en conocernos a nosotros mismos. Quiero pensar que Jose completó su conocimiento acelerado de la vida y su toma de consciencia respecto de ella.

Yo tuve la suerte de veranear con él toda una vida, conocerle de niño, tomarme copas en la curva de Lo Pagan y cuando le vino la enfermedad hablar con él unas cuantas veces y de aprender de sus mensajes que siempre trataba de intentar trasmitirnos. Estoy triste porque se fue la persona pero también se fue su saber y aquí nos quedamos huérfanos rodeados de estupidez.

Le vi hace un mes en la cama de su casa, con sus padres y su novia Tatiana, que cuidó de él siempre con infinito amor, le di un beso y me fui, pensé que le volvería a ver, no ha sido así.

Un beso, descansa.